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1984

octubre 8, 2017

Paseaba por una de las callejuelas empedradas de la zona vieja que conducen a la Catedral cuando vio el cartel de Zona Videovigilada y el dibujo de una cámara de vídeo. Despotricó contra ese Estado opresor que controlaba todas las esferas de la libertad del individuo. Al llegar a su casa, descargó las fotos del viaje a Orlando que había hecho con su mujer y con las niñas y las subió a Facebook. Se regocijó pensando en lo bien que quedarían ante sus cientos de amigos y en la envidia que sentirían ciertas personas de la oficina.

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5 comentarios
  1. Curiosa paradoja entre ese estado vigilante y la eterna vigilancia de las redes sociales.
    Muy bueno. Un abrazo.

    • En esa sociedad de la transparencia que define Byung-Chul Han, los ciudadanos exponen su intimidad y se convierten en agentes de auto y heterocontrol social de forma voluntaria. Siempre bajo la fantasía de ser incluso más libres y bajo esa paradoja que señalas. Un saludo, Carlos.

  2. Sutil diferencia entre que te observen y tu mostrarte…¡Como si fueran cosas diferentes!

    • La segunda forma es más eficiente, dado que la fuente de control es interna. Así lo explica el filósofo Byun-Chul Han en su libro «Psicopolítica». Contra la coerción externa el ciudadano se rebela, pero no contra la interna. Esta última no solo es inconsciente sino que incluso se interpreta como fruto de la libre elección. ¡Un saludo!

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